La niña, de 11 años, sufrió una falla respiratoria que le ocasionó la muerte.
Pese a que Ángel Eulacio le rogó a dos funcionarios del cuerpo de bomberos del Distrito Capital para que trasladaran a su hija, la tarde del viernes, desde la clínica Amay en El Paraíso hacia el hospital Pérez Carreño, estos se negaron y argumentaron no poder colaborar porque tenían un paciente en consulta y debían esperarlo.
La niña, de 11 años, sufrió una falla respiratoria en su vivienda y fue ingresada de emergencia a la clínica, a eso de las tres de la tarde del viernes.
Allí la estabilizaron por unos minutos, pero se fue complicando, y como el centro de salud no cuenta con los equipos necesarios para estas anomalías, los médicos ordenaron su traslado al hospital Pérez Carreño.
No había ambulancia, pero minutos después llegó una de los bomberos del Distrito Capital, con las placas 61189A, donde trasladaban un paciente para consulta médica.
Los dos efectivos se negaron a llevar a la niña hasta el hospital.
"No tuvieron vocación, nos hicieron buscar otra ambulancia y tampoco nos aportaron una solución. Al final mi hija murió porque necesitaba un aparato para respirar", destacó el padre de la menor.
Luego de varias horas de angustia, los familiares lograron contratar el servicio de una ambulancia privada para realizar el traslado de la niña.
Pese al esfuerzo, la jovencita falleció a las seis de la tarde en el hospital.
"Fue una muerte súbita, ella no sufría de nada, era una niña sana. Lo que nos faltó fue ayuda inmediata", dijo el padre.
Era la mayor de dos hermanos y estudiaba quinto grado.
Destrozado por la pérdida, el hombre envió un mensaje a los funcionarios del cuerpo de bomberos. Dijo que "ellos son el único auxilio de la sociedad, deben agotar todos los recursos para responderle a la gente y buscar soluciones. No sé si en mi caso querían que les ofreciera dinero". DRM
El Universal
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