Los bomberos voluntarios taficeños no pueden funcionar con el ínfimo aporte de los socios
En la actualidad, fruto de gestiones sin descanso, cuentan con tres vehículos pesados y dos camionetas listas para entrar en acción. Una brigada para manejo de materiales peligrosos, otra para incendios forestales, equipos para accidentes y rescates vehiculares, y hasta la asistencia psicológica para quienes integran el plantel de bomberos activos.Sin embargo, la contracara de este descripción de alta capacitación, es la escasa adhesión de la comunidad taficeña. No son pocos los vecinos que se enorgullecen por la función que cumplen los bomberos, pero las cifras son elocuentes: En una ciudad que en su casco urbano tiene 50.000 habitantes, esta institución tiene apenas 300 socios activos que pagan un cuota de dos pesos mensuales. A buen entendedor, pocas palabras.Para contrarrestar este desbalance -que en algún momento no fue así- todos los miércoles por la noche, en la sede de Monteagudo 221, se reúne la Asociación de Bomberos Voluntarios de Tafí Viejo. Una entidad sin fines de lucro que está integrada por un puñado de taficeños que le quitan tiempo a sus actividades laborales para trabajar, con bajo perfil, por la comunidad. En esos encuentros, hacen sumas y restas para ver cómo llegan a fin de mes sin afectar el servicio que se presta.Pese al escasísimo número de socios, los miembros de la asociación siguen reuniéndose y pensando en estrategias para llamar la atención de la comunidad. Y para quienes quieran acercar su ayuda, todos los miércoles por la noche, desde las 21.00, encontrará a Hugo Menéndez, Enrique Ortega, Hugo Bocanera, Rafael Sosa, Roberto “Tito” Leggio, José Suárez Brizuela y Juan Ondrí, listos para empezar una nueva reunión y afinar el lápiz para llegar a fin de mes.
Fuente y foto: lawebdetafiviejo.com.ar
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